El proceso de dialectización

El principal factor de erosión del náhuatl es la dialectización. Definamos algo: una lengua es una entidad ideal; en la práctica, todos hablamos variantes de nuestra lengua. Un dialecto es una variante que se aísla, reelaborando sus reglas y vocabularios.

La dialectización del náhuatl comenzó hace casi un milenio, cuando las campañas militares y comerciales de los estados nahuas lo pusieron en contacto con otras lenguas, creando núcleos de nahuablantes en regiones alejadas. Esto propició el surgimiento de cuatro grandes bloques dialectales, llamados occidental, oriental, norteño y central.

Tras la invasión, debido a la presión del español, el proceso de dialectización se intensificó, como reportó el gramático Cortés y Zedeño:

“Han ido aprendiendo varias palabras castellanas, de que resulta que su idioma esté ya muy adulterado, juntándose muchas veces en sus oraciones palabras mexicanas con castellanas, o mexicanizándose las castellanas.” (Arte, Vocabulario y Confesionario Mexicano, 1765)

A la convivencia con el español, se suman otros factores que contribuyeron a dialectizar el náhuatl, como:

• El hecho de que el español enraizara justo en el corazón del área náhuatl, creando una barrera comunicativa entre los grandes bloques dialectales.

• La política de dominio vertical implementada por la Colonia, que interrumpió la comunicación entre comunidades, provocando su divergencia cultural.

• El exterminio de los intelectuales nativos, que dejó a la lengua sin una autoridad capaz de controlar las tendencias dialectizantes.

• La conversión de los nativos al cristianismo, que dejó sin función un extenso vocabulario religioso, filosófico y científico, forzando su sustitución por hispanismos o neologismos.

En la actualidad, debido a la falta de una autoridad lingüística, ya no se habla la lengua náhuatl, sino un centenar de variantes dialectales regionales; y el panorama tiende a fragmentarse. 

Pérdida de las lenguas nativas de Anáhuac a partir de la invasión cristiana.